El uso de la mascarilla ha pasado a formar parte de nuestra vida, de nuestra nueva normalidad. Con el paso de los meses nos hemos ido acostumbrando más a ellas y es cierto que ya las tenemos más que familiarizadas.
Sabemos todos lo tipos que hay, dónde y cómo hay que usarlas, y si son reutilizadables, cómo lavarlas. En cuestión de meses, hemos adaptado nuestra vida a una de las situaciones más complicadas que jamás hemos vivido y eso engloba a cambios en nuestra vida familiar, social y laboral.
Con lo que respecta a nuestra piel, si ya nos tomábamos en serio el cuidado de nuestro rostro para paliar las principales problemáticas como las rojeces, el acné, las manchas… con la nueva situación hemos tenido que profundizar mucho más en su cuidado.
En el post de hoy queremos contaros algunos trucos para evitar que la mascarilla dañe nuestra piel. ¡Presta mucha atención!
1 – Usa la mascarilla lo justo y necesario.
Aunque parezca algo obvio, no está mal recordarlo… El uso de la mascarilla ha pasado a ser algo obligatorio en nuestra rutina diaria sobre todo si viajamos en transporte público, acudimos a espacios cerrados o paseamos por la vía pública.
Pero no debemos olvidar que cualquier roce de este tipo de tela con nuestra piel puede provocar irritaciones o fricciones originando rojeces, acné, manchas… Por ello, siempre que lo hagamos desde la seguridad cumpliendo las normativas regladas, dejemos respirar nuestra piel. Cuanto más lo hagamos, mejor aspecto tendrá esta.
2 – Nuestra rutina de piel tiene que cambiar.
Debemos dejar de lado los productos que dejen humedad en nuestro rostro ya que con nuestro propio aliento lo que hacemos es generar una humedad que poco a poco va dañando nuestra piel.
Es importante usar productos suaves y lo más neutros posibles para evitar una acción exfoliante con el roce de la mascarilla en nuestra cara. La acción de estos puede ocasionar daños en nuestra capa externa de la piel irritándola.
En caso de que esto ocurra, haz uso de aceites o bálsamos calmantes y regeneradores mejor que de cremas ya que estas suelen contener principios activos que no ayudan a sanar las heridas.
¿Una recomendación? Prueba el sérum Advanced Night Repair de Estee Lauder.
3 – Da mucha importancia a la rutina facial nocturna.
Como bien sabemos, existen productos de día y de noche que se adaptan a las necesidades de nuestra piel según las horas del día.
Con el uso de la mascarilla es importante aprovechar los productos de uso nocturno para mimar la piel de una forma más profunda. Es importante tenerla preparada para la próxima “agresión” que supone ir tantas horas tapada durante el día.
4 – Olvídate del maquillaje.
Ahora que nos vemos obligadas a cubrirnos la cara, es momento de resaltar la mirada y dejar a un lado las bases de maquillaje.
Somos mujeres coquetas pero la piel siempre agradece librarse de productos que no ayudan a mantenerla hidratada y protegida. Cómprate una buena paleta de sombras, productos para cejas, máscara de pestañas y… ¡deja tu imaginación volar!
¿Necesitas ideas de como hacerlo? Lee nuestro post “Cómo destacar tu mirada con mascarilla”
5 – Tómate en serio la limpieza de la piel. 
Aunque parezca una cosa imposible, muy complicada y pesada… lo ideal es limpiar la piel cada vez que te quites la mascarilla.
Debajo de esta se acumula el sudor, la grasa de la piel, la suciedad y restos de maquillaje que lo que hacen es obstruir nuestros poros limpios generando brotes serios de acné. Por ello, utiliza productos de calidad para una buena limpieza facial.
Tu piel te lo agradecerá.
6 – Finalmente, elige correctamente tu mascarilla.
Los tejidos suaves y orgánicos como el algodón son los perfectos para el cuidado de tu piel, ayudan a que esta transpire mucho mejor a diferencia de los tejidos sintéticos.
Recuerda, si son reutilizables lávalas de un modo adecuado para evitar riesgos.
