Secretos para una piel radiante: rutina de cuidado facial paso a paso

Te has dado cuenta de que por muy buena genética que tengas, tu piel no se cuida sola y necesita un poquito de atención. Pues sí, bienvenida a la realidad.

Cada vez son más las personas que son conscientes de ello y apuestan por dedicarle unos minutos al día religiosamente a su rutina de cuidado facial, un hábito con el que, si eres constante, obtendrás resultados visibles en poco tiempo.

Si no sabes muy bien por dónde empezar y andas un poco perdida en estas prácticas, te damos algunas claves para devolver la luminosidad a tu piel en pocos pasos:

Limpia tu cara también por la noche

La limpieza de la piel no puede faltar dentro de ninguna rutina de cuidado facial, y es que, gracias a ella, podemos deshacernos de toda la suciedad que se va quedando “pegada” en la superficie del rostro como los restos de maquillaje o grasa. Siempre debemos hacerlo con un producto suave específico para no irritarla.

Exfoliación una o dos veces por semana

A veces nos olvidamos de este paso o no lo hacemos con la frecuencia necesaria y, sin embargo, usar un exfoliante para la cara (nunca uno de cuerpo) ayuda muchísimo a eliminar las células muertas y hacer que la piel pueda renovarse correctamente.

Combate los problemas de la piel con un sérum

Para devolverle su elasticidad y hacer frente a los efectos del envejecimiento cutáneo, la piel nos pide productos como un sérum facial, de textura ligera y rápida absorción con activos que la hidratan en las capas más profundas. Además, los hay de diversas modalidades según las necesidades concretas de tu piel.

No olvides el contorno de los ojos

Al mismo tiempo que hidratas la piel con el sérum, aplica una crema para el contorno de los ojos, ya que la piel en esta zona del rostro es mucho más fina y delicada y tiene tendencia a deshidratarse con facilidad.

Elige uno que contenga vitamina C, ya que sus cualidades antioxidantes estimularán la producción de colágeno y reducirán el aspecto de las ojeras y las pequeñas arrugas o marcas de expresión.

Usa una crema hidratante para humectar la piel

Las capas externas de la piel también merecen nuestro interés y, para protegerlas, es esencial usar una crema hidratante rica en concentrados nutritivos que esté indicada para nuestro tipo de piel.

Es un complemento imprescindible al sérum y, como tiene una textura más densa y necesita más tiempo para su absorción, será el (pen)último paso de la rutina de cuidado facial.

Mantén tu piel a salvo de los rayos solares

Si tienes la piel seca, sensible, muy clara o se quema rápidamente con el sol, o simplemente quieres evitar la aparición de manchas solares, nunca está de más usar a diario, y sobre todo en los meses en los que el sol tiene más fuerza, una crema con SPF. Así también la piel tendrá un escudo frente a afecciones dermatológicas graves como el cáncer de piel.